El Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS) se define como la obstrucción de la vía aérea superior causada por el colapso posterior de la lengua y paladar blando, causando periodos de apnea o hipopnea. Este síndrome se considera uno de los más graves y frecuentes en la población adulta.
Definiciones Importantes
Ronquido: vibración de las partes blandas de la orofaringe que produce ruido, puede o no acompañarse de una limitación del flujo de aire.
Apnea: suspensión total de la inspiración por al menos 10 segundos. Se clasifican en obstructivas (componente mecánico), centrales (se involucra el SNC) y mixtas.
Hipopnea: disminución mayor al 30% y menor del 90% en la señal respiratoria, se acompaña de una disminución mayor al 3% de la saturación sanguínea y un microdespertar registrado en el Electroencefalograma (EEG)
Esfuerzo respiratorio asociado a microdespertares (ERAM): incremento progresivo del esfuerzo respiratorio mayor a 10 segundos que culmina con un microdespertar, al mismo tiempo se registra un aumento en la presión esofágica.
Índice Apnea-Hipopnea (IAH): Resultado de la división del número de apneas e hipopneas entre las horas de sueño
. Se considera patológico un IAH ≥ 5
Microdespertar: trazo registrado en el electroencefalograma correspondiente con un despertar, usualmente inconsciente.
Índice de alteraciones respiratorias (IAR):
se considera patológico un IAR ≥5
Factores de Riesgo
Edad A mayor edad mayor el riesgo de padecer SAOS: se cree que con la edad disminuye la actividad muscular de las vías aéreas superiores.
Sexo masculino Los hombres presentan hasta el doble de riesgo de presentar SAOS, una vez alcanzada la menopausia el riesgo es el mismo para ambos géneros.
Anatómicos La presencia de vías aéreas altas estrechas o pequeñas aumentan el riesgo de padecer SAOS (micrognatia, retrognatia, hipoplasia mandibular y macroglosia)
Genéticos Variaciones que se pueden sumar a las variaciones anatómicas para aumentar el riesgo de padecer SAOS ej. Variaciones de la estructura cráneo facial, distribución de la grasa corporal, control neurológico de la vía aérea superior, etc.
Postura al dormir Dormir en decúbito supino favorece el colapso posterior de la lengua y paladar blando disminuyendo u obstruyendo la vía aérea superior.
Sobrepeso y/u Obesidad Circunferencia del cuello ≥ 40 cm y abdominal ≥ 94 cm en hombres y ≥ 80 cm en mujeres.
Externos El consumo de depresores del SNC como alcohol y benzodiacepinas aumentan el riesgo de colapso de la musculatura de la vía aérea superior.
Interrogatorio y Exploración física.
Se debe realizar una Historia Clínica completa con especial énfasis en patologías cardiacas y neurológicas ya que estas nos podrían orientar al diagnóstico de SAOS. Dentro de la historia clínica no se deben omitir los hábitos e higiene del sueño. El consumo de depresores del SNC no se debe pasar por alto. Durante el interrogatorio se debe indagar sobre la naturaleza de los síntomas y hacer uso de las escalas disponibles (Epworth, Berlín, SACS). El uso correcto de las escalas va a permitir sospechar de manera objetiva la presencia o ausencia de SAOS.
Síntomas
Síntomas diurnos | Síntomas nocturnos |
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cansancio excesivo | despertares frecuentes |
cefalea matutina | ronquidos |
cambios de humor | apneas presenciadas |
dificultad para concentrarse | ERGE |
disminución de la libido | diaforesis |
pesadillas | |
despertares frecuentes |
Complicaciones
Algunas de las complicaciones más frecuentes en pacientes que padecen SAOS son:
Cardiovasculares
La hipoxemia, los microdespertares recurrentes y los cambios de la presión intratorácica, desencadenan una serie de respuestas, como el aumento del stress oxidativo, activación de la cascada inflamatoria sistémica, disfunción endotelial y activación simpática. Estos mecanismos son los responsables de las consecuencias cardiovasculares, como la hipertensión arterial (HTA) y pulmonar, el remodelamiento cardiaco y la aterogénesis.
Hasta el 50% de los pacientes con SAOS presentan hipertensión arterial sistémica. El SAOS se asocia también a:
Insuficiencia cardiaca congestiva.
Arritmias cardiacas.
Isquemia miocárdica e infarto
Infarto y hemorragia cerebral
Muerte súbita.
Cardiopulmonares:
Hipertensión pulmonar y cor pulmonale. Es una de las consecuencias más graves y mortales, en ocasiones con un índice importante de reversivilidad.
Sistémicas, endocrinológicas y metabólicas:
Sindrome Metabólico. Se considera tanto un factor de riesgo como una complicación. Disregulación metabólica y hormonal. Disfunción endotelial. Estado de hipercoagulabilidad Resistencia a la insulina y Diabetes Mellitus tipo 2
Y en casos especiales:
Oftalmológicas:
Aumenta el riesgo de glaucoma al aumentar la presión de las venas epiesclerales.
Pacientes pedátricos:
Aumenta el riesgo de problemas relacionados a los estudios, disminución de la capacidad cognitiva y diagnóstico de Transtorno de deficit de atención e hiperactividad y Asma
Pacientes embarazadas:
Se reporta asociación con: restricción del crecimiento intrauterino, hipertensión, preeclampsia y APGAR bajos.
Exploración física
Dentro de la exploración física se debe incluir una antropometría completa (peso, talla, IMC, perímetro de cuello y abdomen). Como consideración especial en pacientes con sospecha se SAOS se debe realizar una medición de la distancia Tiromentoniana (Escala de Patil Aldreti) para determinar la presencia de cuello corto.
En la exploración de la vía aérea superior se debe aplicar la Escala de Mallampati.
Debemos recordar que un grado 3 o 4 nos confieren mayor riesgo de presentar SAOS.
Por último, hay que realizar una exploración cardiovascular completa con toma de la Tensión Arterial. Una de las causas de Hipertensión de difícil control el Síndrome de Apnea obstructiva del Sueño.
Trascendencia
Los sistemas de salud cada vez están más saturados y los costos de los tratamientos son cada vez más elevados. Por esta razón es importante realizar diagnósticos tempranos y certeros. Un diagnóstico tardío puede llevar a complicaciones e incluso la muerte.
Aproximadamente el 6% de los hombres y el 4% de las mujeres padecen SAOS, de estos se estima que solo del 5 – 10% tienen diagnóstico. Adicionalmente se estima que un 25% de la población tiene uno o más factores de riesgo para padecer SAOS.
Tratamiento
El tratamiento del SAOS debe ser multidisciplinario ya que engloba más de un problema. Se deben atender los problemas de la higiene del sueño donde se incluye el consumo de substancias depresoras del SNC. Es importante la valoración por un cardiólogo ya que la hipertensión y el SAOS están estrechamente relacionados. Si es necesario se debe solicitar la ayuda de otros especialistas como Otorrinolaringología, neumología, psicología, nutrición, etc.
El tratamiento más eficiente es la Presión Positiva Continua en la Vía Aérea (CPAP). Como su nombre lo dice se mantiene una presión positiva en la vía aérea a través de un dispositivo que genera un flujo constante de aire. Este flujo de aire genera una “férula neumática” que previene el colapso de la musculatura de la vía aérea superior. Para lograr la presión ideal para generar esta “férula” se debe titular el CPAP a cada paciente.